NUESTRA EXITOSA JORNADA CON UN TRASTORNO DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
Como sobreviviente de un trastorno de la conducta alimentaria uno de mis mayores temores era que alguno de mis hijos lo heredara, por lo que cuando a mi hijo mayor lo diagnosticaron con ARFID hace cuatro años fue un momento muy difícil para toda la familia, pero especialmente para mí.
Cualquiera pensaría que al haber pasado por algo parecido uno tendría más herramientas y fortaleza para manejarlo, pero honestamente uno como mamá lo que menos desea es que su hijo sufra de la misma forma que yo sufrí, lo cual también podía provocar una recaída para mí, pero gracias a Dios no fue así porque contamos con un excelente equipo de profesionales que nos apoyaron y guiaron en todo momento.
El haber padecido un TCA hizo que buscara ayuda psicológica hace muchos años, en aquella época no había tanta información sobre esto, pero mi terapeuta me ayudó a manejarlo y mi deseo por estar bien era muy grande. Había mucho desconocimiento y estigma al respecto, por lo que muy pocas personas sabían por lo que estaba pasando y me apoyaban, en especial mi familia. Conforme pasaron los años empecé a leer cada vez más y el destino hizo que llegara con la pediatra de mis hijos cuya especialidad era precisamente los TCA. Fue un gran alivio llegar con alguien que por fin podía aclarar todas mis dudas, proporcionarme información sobre el tema adecuada para mí, y que no juzgaba mis momentos malos, sino que me orientaba pacientemente. Y todo eso contribuyó para que al primer síntoma de mi hijo sonara en mí una alarma interna y acudiéramos con la doctora. Cuando confirmó mis sospechas no voy a mentir, me puse a llorar, aún recuerdo sus palabras tranquilizadoras “tranquila, todo va a salir bien, he sacado adelante a niños más pequeños que él, confía en mí”. Y con esas palabras comenzamos el camino de recuperación de mi hijo de 8 años que sólo podía tomar licuados por su enorme temor a la comida sólida.
El proceso requirió un equipo interdisciplinario de especialistas, la doctora, una nutrióloga, un psiquiatra infantil, una terapeuta familiar, que nos fueron guiando y alentando. El primer obstáculo fue explicar el problema a la familia cercana, empezando por mi esposo, que no entendían por qué no podía comer bien el niño y se desesperaban. Para solucionar esto se hicieron reuniones con la doctora y la terapeuta familiar. El segundo obstáculo, al menos para mí, fue vencer mi temor de que mi niño sufriera tanto o más que yo, pero algo que él tenía que yo no tuve, fue la empatía, comprensión y apoyo, esa sabiduría empírica de una sobreviviente de TCA.
Aprendimos a crear una estructura para el desarrollo del niño, en especial a la hora de las comidas, rutinas específicas, para que él volviera a disfrutar los alimentos y no les tuviera miedo. Fueron dos años muy largos de lucha constante, pero que nos unieron más como familia y aprendimos muchas herramientas muy útiles no solo para papás de un niño con TCA sino también como personas comprometidas con el bienestar de la familia. Ahora valoramos más la alegría de los momentos en familia, la salud, leemos mucho sobre diversos temas como psicología infantil, novedades sobre los TCA, practico arte terapia con los niños y meditación.
Durante esta contingencia y cuarentena por el COVID19 afortunadamente no hemos tenido problemas o recaídas, en mayor medida gracias a que seguimos asesorados por los terapeutas de forma virtual, seguimos en terapias de seguimiento y es lo mejor, nunca dejamos de aprender sobre nosotros mismos o sobre nuestros hijos.
Estas enfermedades existen, son mentales y por lo mismo muy incomprendidas, pero existe una luz al final del camino, como dicen, sin oscuridad no se pueden apreciar las estrellas, en medio del miedo, dolor e incertidumbre, existe la esperanza, la solidaridad y la empatía de muchas personas que están para apoyar, y, sobre todo, muchos profesionales de la salud dispuestos a darlo todo por sus pacientes, con un corazón y una bondad maravillosos.
A veces la vida nos pone pruebas muy duras y momentos en que parece haber sólo oscuridad, pero si contamos con la guía adecuada y no nos damos por vencidos, podemos lograr cosas maravillosas que son muy valiosas para crecer y hacer de éste un mundo mejor.
En este día internacional sobre los Trastornos de la Conducta Alimentaria comparto mi experiencia para brindar esperanza a cualquiera que pueda estar padeciendo alguna de estas enfermedades y para decirles que no están solos, no teman, sí se puede controlar y sanar, mi hijo y yo somos la prueba.
Gracias a cada uno de los especialistas que nos apoyaron durante este camino de sanación y aprendizaje, sin ustedes no hubiera sido posible. Gracias por ser personas tan excepcionales, preparadas y profesionales, sobre todo, por su gran humanidad y amabilidad.
Me despido deseando que sus vidas estén cada vez más llenas de luz, de amor, de paz y principalmente, de salud, tanto física como mental y emocional.
G.C.; 45 años
Monterrey, México
World Eating Disorders Action Day
World Eating Disorders Action Day is taking place across the world on June 2, 2020. For the 5th year running, this grassroots campaign brings together ALL OF YOU from more than 50 countries and over 250 organizations around the globe to increase awareness about EDs and evidence-based treatment. EDs are life threatening, brain-based disorders, with genetic linkages and metabolic factors. They are also possible to treat, especially when identified and treated EARLY.
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